En los períodos de transición es necesario adaptarse a una nueva situación. Los patrones habituales a menudo dificultan el proceso de adaptación. Es evidente que el modo habitual de funcionar ya no sirve en las nuevas circunstancias pero, por ser inconsciente, una y otra vez interfiere con las mejores de las intenciones de responder de forma adecuada a los requerimientos de la nueva situación. Un cambio de lugar de residencia, de estado civil, en el lugar de trabajo o la situación laboral, un accidente, una enfermedad, una pérdida, por ejemplo, puede hacer que perdamos el norte.
Exploramos el equilibrio habitual, que suele ser a base de tensión y tiende a mantenerte en conflicto con el entorno. La percepción sensorial de la relación entre el cuerpo y el entorno físico te permite desarrollar un equilibrio basado en apoyo y libertad de movimiento. Aprendes a orientar el cuerpo, momento a momento, con la ayuda de las coordenadas de la fuerza gravitatoria, la vertical y la horizontal, de tal manera que puedes beneficiarte del apoyo que el entorno te ofrece en todo momento. Descubrirás que el nuevo equilibrio en el entorno físico se manifiesta igualmente en el entorno psicosocial.