Skip Navigation Links
Cómo soltar el exceso de tensión involuntaria

No es posible soltar la tensión involuntaria a voluntad. Pero si aprendes a poner tu atención en los movimientos de la respiración y la relación entre el cuerpo y las coordenadas de la gravedad, puedes ganarle cada vez más terreno. La intervención manual del DFA ayuda de forma muy específica a soltar el exceso de tensión involuntaria. En todo momento va a favor de lo que está ocurriendo en el cuerpo, hidratando los tejidos resecos de músculos y fascias y alimentando el sistema nervioso con la información sensorial que permite acceder a los centros que mantienen la tensión habitual. Mitiga la activactión simpática de las reacciones de estrés y fomenta la regulación parasimpática de acción prolongada.

El exceso de tensión habitual interfiere con las funciones fisiológicas: la circulación, la respiración, la digestión, la eliminación de toxinas y células dañadas, la reparación de tejidos dañados, las defensas... El exceso de tensión habitual somete las articulaciones a cargas excesivas de forma continuada. Crea un ambiente ácido en el cuerpo que propicia las inflamaciones, las cuales, a su vez, pueden ser precursores de patologías más serias como el cáncer, si no se tratan a tiempo y de forma eficaz.

En las relaciones humanas la utilidad es evidente porque si nos damos cuenta de las formas en las que abordamos al otro, podemos hacerlo de forma que facilite la relación, ya sea con un familiar, un cliente, un colega, un superior o subordinado.

Además, es de lo más liberador descubrir que lo que nos mantiene en conflicto con el mundo o con nosotros mismos son tensiones que podemos aprender a soltar.

 

 

Cómo soltar el exceso de tensión involuntaria